Es muy habitual que padres y madres nos consulten preocupados porque su hijo/a tiene miedo a quedarse solo/a. A veces no quiere dormir en su cama, otras veces se niega a ir a otra habitación sin compañía o se angustia si se separa un momento de los adultos de referencia. Este tipo de miedo infantil a la soledad es más común de lo que pensamos, y aunque suele formar parte del desarrollo evolutivo, en algunos casos puede generar ansiedad y dificultades en el día a día.
Desde el Centro Psicológico Melisa Lavaselli, queremos ayudarte a entender qué puede estar ocurriéndole a tu hijo/a, cómo detectar las señales de alarma y qué hacer para acompañarlo de manera respetuosa y eficaz.

¿Por qué mi hijo/a tiene miedo a quedarse solo?
Es natural que los niños pequeños necesiten seguridad y cercanía. Sin embargo, cuando este miedo se vuelve intenso y constante, puede haber detrás distintas causas que convienen atender. Algunas de las más frecuentes son:
- Ansiedad por separación: es una de las causas más comunes del miedo infantil a la soledad. Se trata de un proceso natural, pero en algunos niños se intensifica y se mantiene más allá de la edad esperada.
- Experiencias pasadas que generaron miedo o inseguridad: como haberse perdido, haber tenido una pesadilla, o haber vivido un cambio importante (separación de los padres, cambio de casa o colegio).
- Falta de autonomía emocional: algunos niños tienen más dificultades para tolerar estar sin compañía, porque no se sienten seguros sin la presencia de un adulto cercano.
- Miedos evolutivos: en ciertas etapas del desarrollo, los niños pueden temer a la oscuridad, los monstruos o quedarse solos. Estos miedos son esperables, pero si se alargan mucho o interfieren en su vida diaria, necesitan atención.
Comprender por qué mi hijo/a tiene miedo a quedarse solo/a es el primer paso para poder acompañarlo/a desde el respeto y la empatía.
Señales de que mi hijo/a tiene mucho miedo de estar solo/a
A veces no es fácil saber hasta qué punto ese miedo es algo puntual o se está convirtiendo en un problema que afecta su bienestar. Estas son algunas señales de ansiedad infantil que pueden ayudarte a detectar si tu hijo/a está sufriendo:
- Llora con facilidad cuando se queda solo/a en una habitación.
- Busca constantemente la presencia de un adulto, incluso para hacer actividades que antes realizaba solo/a.
- Se niega a dormir en su cama o a ir al colegio sin compañía.
- Se inventa excusas para no quedarse solo/a (“me duele la tripa”, “me da miedo”, “hay un monstruo”).
- Tiene dificultades para concentrarse o se muestra más irritable (con conductas desafiantes o negarse a realizar tareas cotidianas como bañarse, etc).
Detectar el miedo a la soledad en niños implica observar su comportamiento con cariño y sin juzgar, entendiendo que detrás de esa conducta hay una necesidad emocional que necesita ser atendida.
¿Qué consecuencias puede tener el miedo a estar solo en los niños?
El miedo prolongado a estar solo puede afectar de forma significativa el desarrollo emocional infantil. Algunas de las consecuencias del miedo infantil (no tiene por qué ocurrir siempre), si no se interviene a tiempo, pueden ser:
- Dependencia excesiva de los adultos, lo que dificulta su autonomía.
- Baja autoestima al no sentirse capaz de afrontar situaciones por sí mismo.
- Inseguridad social y evitación de actividades nuevas o desconocidas.
- Problemas para dormir o para relajarse al final del día.
- Mayor riesgo de desarrollar ansiedad u otras dificultades emocionales en el futuro.
- Desarrollar apego evitativo, por ejemplo: cuando sea adulto/a no se comprometerá en sus relaciones interpersonales.
Por este motivo, es importante estar atentos/as a los miedos ya que si se sostienen de forma reiterada en el tiempo y no se atienden las necesidades emocionales del menor, es cuando pueden aparecer estas consecuencias anteriormente citadas.

Cómo ayudar a mi hijo si tiene miedo a quedarse solo
Si te preguntas cómo ayudar a un niño/a con miedo, aquí te damos algunas estrategias para superar el miedo infantil desde casa:
- Habla con calma sobre sus miedos, sin minimizar lo que siente. Validar sus emociones es fundamental.
- Evita ridiculizarlo o forzarlo a estar solo si aún no está preparado.
- Crea rutinas predecibles y momentos de conexión que le den seguridad.
- Usa luces nocturnas o deja puertas entreabiertas para que se sienta acompañado.
- Proporciónale objetos de apego (peluches, mantas, etc.) que le transmitan seguridad.
- Fomenta poco a poco situaciones en las que pueda estar solo unos minutos (mientras juegas en otra habitación, por ejemplo), y felicítalo por sus logros.
Como siempre recordamos en consulta: la clave está en acompañar, no en presionar. Con cariño, tiempo y guía, es posible ayudar a tu hijo/a a sentirse más seguro.
¿Cuándo es recomendable acudir a un especialista?
Aunque el miedo a quedarse solo es normal en muchas etapas del desarrollo, hay casos en los que conviene consultar con un profesional. Te recomendamos buscar ayuda si:
- El miedo persiste durante meses sin mejoría.
- Afecta significativamente a su vida familiar, escolar o social.
- Muestra reacciones físicas intensas (palpitaciones, sudores, llanto incontrolable, ataques de pánico).
- Su ansiedad va en aumento o empieza a generalizarse a otras situaciones.
En estos casos, un psicólogo/a infantil puede ayudarte a comprender mejor lo que le ocurre a tu hijo y ofrecer herramientas personalizadas. La terapia para el miedo infantil es efectiva y muy beneficiosa para ayudarles a recuperar la seguridad.
Acompaña, comprende y fortalece a tu hijo
Recuerda que superar el miedo a estar solo no es cuestión de días. Requiere paciencia, empatía y, sobre todo, mucho amor. Si observas que tu hijo tiene miedo a estar solo, no estás solo: es más habitual de lo que parece y tiene solución.
En el Centro Psicológico Melisa Lavaselli, trabajamos para ayudarte a ti y a tu hijo/a en este proceso. Si necesitas más orientación, no dudes en consultarnos. Te acompañamos para que tu hijo/a crezca con confianza, autonomía y serenidad.