¿Qué es el mindfulness y cómo funciona?
Como bien dice su creador, el Mindfulness, no es sólo una técnica o método aislado, sino es un estilo de vida. El Mindfulness, es la “plena consciencia” y atención centrada en este preciso momento, sin juzgar la experiencia, es el proceso de observación de forma activa de los cambios. Es mantenerte presente, estando de forma activa y presente en la actividad que estás desarrollando (ya sea caminar, comer, meditar, etc).
¿Cómo funciona?
El Mindfulness se ha estudiado a través de la NEUROBIOLOGÍA (es el estudio de los sistemas neuronales que se ponen en funcionamiento con la meditación).
Se ha comprobado científicamente, que el Mindfulness puede cambiar el cerebro. Cuando meditas o realizas cualquier actividad de la vida cotidiana de forma consciente, se producen determinadas conexiones neuronales, que se ha comprobado que generan diversos beneficios, si esto de práctica de forma cotidiana.
Beneficios del mindfulness para tu bienestar
BENEFICIOS DEL MINDFULNESS:
El Mindfulness según evidencia científica, a través del estudio de electroencefalogramas (es una prueba neurofisiológica que evalúa y mide la función de las neuronas, desde el punto de vista eléctrico) esta técnica, aporta los siguientes beneficios:
– Mejora el estado de ánimo
– Reducir el estrés y fomentar la tranquilidad
– Reduce la probabilidad de sufrir ansiedad
– Reduce la probabilidad de sufrir depresión
– Mejor conocimiento de uno mismo
– Mejora la capacidad de concentración
– Mejora el funcionamiento del sistema inmunológico
– Aprendes a aprovechar mejor las oportunidades cuando se presentan
– Ayuda a tomar mejores decisiones
– Eres capaz de anticipar el peligro
– Mejora la creatividad
Cómo practicar mindfulness en tu día a día
Hay dos maneras de practicar mindfulness:
Práctica formal: buscar un momento del día para sentarte a meditar, con algún audio o grabación a través de meditación guiada (es decir, un audio que te explica de forma concreta los pasos a seguir y te va guiando). Otra forma de mindfulness formal es centrarte en la respiración y hacerla de manera consciente.
Práctica informal: realizar de manera consciente una actividad de la vida cotidiana, por ejemplo comer, caminar, lavar los platos,etc de forma que seas consciente de cada paso que estás dando en la tarea.
Ambas formas requieren constancia a la hora de practicarlas para tener los efectos deseados.
Meditación mindfulness para reducir el estrés
El mindfulness ayuda a reducir el estrés, puesto que te aporta una perspectiva mucho más saludable a la hora de enfocar los problemas, de hecho es una de sus características, poder afrontar con calma y de forma relativa todo aquello que nos ocurre y “no estaba planeado” o bien “no sale como queríamos”.
A través de la práctica del mindfulness de manera cotidiana, puedes conseguir reducir el estrés, ya que al practicarlo y “quitar el ruido mental”, disminuyen los niveles de cortisol.
¿Mindfulness y meditación son lo mismo?
La principal diferencia entre mindfulness y meditación, es que el primero pretende la atención plena en el momento presente, así como vivir la vida desde una perspectiva mucho más consciente y aceptando la situación tal y como ocurre, mientras que la meditación pretende alcanzar un estado de relajación importante, es decir, con el mindfulness tomamos conciencia de la realidad, con la meditación, al menos por un rato nos desprendemos de ella través de relajación.
Consejos para empezar con el mindfulness hoy mismo
El primer y principal consejo, es que no es necesario tener experiencia para llevar a cabo esta práctica, sino voluntad y constancia. Si vas a realizar una práctica formal, es decir, buscar un momento del día para meditar o prestar atención, intenta que sea un lugar tranquilo, libre de distracciones y que te invite a estar en calma.
Te dejo algunos tips que te pueden ayudar a introducirte en el “mundo mindfulness”:
- Ver las dificultades y fijar un propósito:
Si decidimos afrontar una primera práctica meditativa, conviene comenzar observando simplemente que sucede, que nos distrae, donde nos encontramos, por ejemplo si estamos andando observar simplemente la calle por donde paseamos, los objetos que nos rodean. Si vemos que nos distraemos con facilidad, podemos apuntar que es lo que nos dificulta la concentración, para así cambiar aquello que nos distrae.
- Cambiar la actitud corporal y renovar la intención
A nivel físico, es necesario ser consciente de que hay que mantener una actitud corporal de atención plena, es decir, postura cómoda para conseguir concentración, haciendo esto el cerebro se dispone a atender al momento presente.
- Observar y bajar el ritmo
A medida que vamos practicando la atención plena e incrementando pequeños ejercicios conviene observar qué pasa en nuestra vida diaria y cómo repercute en ella la atención. Es beneficioso reducir la multitarea, a su vez realizar listas de lo que tenemos que hacer (descargando así la memoria a corto plazo) e ir realizándolas por orden de prioridad, tomando pausas entre una y otra.
- Relajarse y respirar
Puedes elegir pequeños momentos al día para parar y practicar la respiración o relajación consciente. Puedes utilizar meditación guiada o bien, simplemente, sentarte, observar tu entorno en disposición de relajación y centrarte en escuchar tu propia respiración.
- Incorporar la atención a la vida diaria
Para promover la atención plena recomendamos aprovechar cualquier momento del día. Cuando suena el teléfono, cuando escribimos un correo electrónico o simplemente viajamos en el bus, cualquier momento es adecuado para realizar la tarea con atención plena en ella.
Da el primer paso hacia tu bienestar
Desde Centro de Psicología Lavaselli, te animamos a cuidarte, e introducirte en el mundo del mindfulness y la meditación para reducir tu estrés. Podemos acompañarte de forma grupal, si te apuntas a nuestros talleres o bien de forma individual, si te animas a realizar terapia bajo este enfoque! Llámanos o consulta sin compromiso, estaremos encantadas de acompañarte en esta sana y bonita aventura!
